Maite Garmendia, Gestora de proyectos Power Supply Systems
Más de 11 años en Jema gestionando proyectos de sistemas de alimentación crítica para un amplio abanico de sectores, incluyendo centrales nucleares, plantes termosolares y fotovoltaicas o centros de investigación de partículas. Esta es la carta de presentación de Maite Garmendia, Gestora de proyectos en el área de Secure Power Supply Systems, cuya amplia trayectoria en la compañía, también como Responsable de Calidad, Seguridad y Medioambiente durante 4 años, le ha brindado una perspectiva global de los mercados para los que trabaja y una idea muy clara de cómo abordar los proyectos y sus procesos de una forma rigurosa, para lograr la confianza y satisfacción de sus clientes.
¿Cómo definirías el rol del gestor de proyectos?
En JEMA tiene un papel crucial. Somos conscientes de que debemos ofrecer un aporte de valor añadido importante. No producimos productos estándar, sino soluciones personalizadas, y eso requiere una colaboración constante con el cliente. En nuestro caso, consideramos importante que ellos tengan siempre un interlocutor único para tratar los pormenores de los proyectos, una cara conocida a la que acudir siempre que necesiten respuestas. En Jema el gestor de proyectos es esa cara conocida, quien canaliza la relación de confianza con nuestros clientes y coordina a todos los departamentos internamente. Una vez asignado el proyecto quedamos ligados a él para siempre: la atención no termina nunca.
¿Cómo difiere sus responsabilidades de un área de negocio de Jema a otra?
En sectores tan especializados, el rol implica siempre un conocimiento experto de cada sector de las aplicaciones que ofrecemos. Además, lo que cambia radicalmente de un área a otra son los tiempos de maduración del proyecto, que deben adaptarse a los requisitos del cliente. En Power Supply Systems manejamos tiempos muy cortos, de unas 16 semanas desde que recibimos el pedido hasta que entregamos nuestras soluciones.
¿Qué retos presenta el área de Power Supply Systems?
Se trata de un mercado muy maduro, en el que operan fabricantes con un catálogo de productos muy estandarizados. Por eso es tan importante para nosotros adaptarnos 100% a las especificaciones de nuestros clientes, demostrarles que podemos acometer cualquier tipo de personalización por compleja y exigente que sea.
¿De qué manera puede ofrecer un aporte de valor esa personalización en esta área de negocio en particular?
Muchos sectores especialmente críticos requieren sistemas de alimentación que proporcionen frecuencias y tensiones para sus elementos fuera de lo estándar. Para explicarlo sencillamente, pensemos en los centros de investigación aplicada. Para mantener las condiciones de investigación necesitan que la precisión de sus fuentes de alimentación sea altísima, no se pueden permitir variaciones que no sean infinitesimales, de partes por millón. Eso solo se puede conseguir con soluciones personalizadas y con el conocimiento y la capacidad tecnológica que tenemos en JEMA.
Un aspecto diferencial en el caso de JEMA es que en cada proyecto se forman equipos multidisciplinares con representantes de distintos departamentos. ¿Cómo se articula el equipo para conseguir cumplir las especificaciones en los plazos convenidos?
Contando con procesos muy estandarizados y siguiéndolos sin desviaciones. En nuestro caso solemos designar un responsable de cada departamento implicado en el proyecto (Compras, Producción, SAT, Logística, Finanzas…). Una vez asignadas claramente las tareas y plazos, es el gestor quien debe asegurarse de que nadie se sale de la ruta marcada, haciendo un seguimiento diario y programando reuniones semanales.
¿Nunca hay imprevistos?
Claro que los hay, y también tenemos que ser rápidos aportando respuestas en esos casos. Nosotros trabajamos siempre sobre especificación cerrada, pero a veces el cliente decide cambiar alguna especificación durante el proceso de producción o se encuentra con algún imprevisto durante las obras de sus instalaciones y nos pide que adaptemos nuestra solución. en esos casos, también tenemos que ser muy ágiles para proponerle soluciones alternativas y ayudarle a encontrar pronto aquella que menos le aleje de su planificación original.
Echando la vista atrás, ¿qué proyectos recuerdas por su envergadura o por la solución ofrecida?
Recuerdo mucho el primero, porque era un proyecto inusual dentro de la casa para un cliente muy importante como es Pemex (Petróleos Mexicanos), que supuso un estímulo importante para todos y salió muy bien. Por otra parte, los proyectos para centrales nucleares son siempre especiales porque la normativa es completamente distinta, está implicado el Consejo de Seguridad Nuclear, y entran en juego pruebas excepcionales como el aseguramiento de las prestaciones de los equipos 100% durante las vibraciones en simulaciones de seísmos. Es toda una experiencia tomar parte en ese tipo de proyectos.
Clientes globalizados y exigentes
¿Cómo ha evolucionado la gestión de proyectos a lo largo de los 11 años que llevas en la compañía?
Las dinámicas de los mercados cambian y la propia globalización ha afectado mucho. Antes trabajábamos con clientes mucho más localizados. Recientemente han aparecido muchos agentes nuevos en varios sectores y han conformado un escenario mucho más globalizado. Esto nos exige más esfuerzo para generar una relación de confianza con ellos, y mayor rapidez de reacción para cumplir plazos.
¿Cómo crees que va a ser la evolución del mercado en los próximos años?
Teniendo en cuenta las tendencias actuales, la previsión es que la demanda va a seguir creciendo. Cada vez son más los agentes que necesitan sistemas de alimentación ininterrumpida porque trabajan en sectores críticos. JEMA está preparada para dar respuesta a esas necesidades y va a seguir creciendo a nivel de organización para adaptarse al propio crecimiento de la demanda. Además, estamos haciendo una inversión fuerte e impulsando nuestra presencia en sectores como el de la electromovilidad. El sector va a experimentar un crecimiento y una transformación muy grandes a corto-medio plazo y nosotros vamos a liderar esa transformación.
¿Cómo se traducirán esas transformaciones en la gestión de proyectos de Jema?
Debemos adaptarnos al crecimiento de la demanda. La transformación va a pasar por optimizar tiempos entre oferta e ingeniería, para poder reducir al máximo el plazo entre la recepción de un pedido y lanzamiento a fabricación. A su vez, deberemos adaptarnos para seguir reduciendo al máximo los tiempos de trabajo en obra, ya que los plazos de ejecución son cada vez más cortos y los proyectos ya se desarrollan en cualquier lugar del mundo.